Rehabilitación Casa Bernal (BRL)

La casa Bernal se compone de dos viviendas que presentan una unidad derivada de un tratamiento unitario de fachada a la calle Poeta Llorente.

“La casa Bernal se ha venido datando en el Plan Director como del siglo XIX. La presencia de azulejos del siglo XVIII se ha entendido como fruto de su reutilización, cuestión que queda en el ámbito de la conjetura razonable. Aun así, no es tampoco descabellado pensar que en siglo XVIII ya había algún tipo de construcción en el lugar que ocupa la actual Casa Bernal. El futuro estudio arqueológico que se derive de la intervención arqueológica que se pretende acometer en esta fase (ya realizado) arrojará luz sobre esta cuestión, cuya resolución se posterga a las conclusiones arqueológicas. La actual casa es fruto de la unión de dos viviendas independientes, cuyo muro medianero aún subsiste en su mayor parte. Estas dos casas tienen dos crujías paralelas delimitadas por un muro de fachada a la calle Poeta Llorente, un muro intermedio en planta baja que después se transforma en pilares, y un muro de cierre en el interior. El muro intermedio se perfora mediante un arco de acceso, situado entre dos portones que comunicaban la calle y el patio de cada una de las casas. En la planta primera debió de haber un porche o andana, que probablemente se transformó en vivienda a finales del siglo XIX o inicios del XX.

La transformación de los Bernal implicó la ubicación de la casa principal en la planta primera: así lo atestigua la chimenea del nuevo salón, que el Plan Director acertadamente ha identificado como obra del arquitecto Cortina, o la ejecución de buena parte de sus carpinterías y detalles decorativos. La parte que recae a la esquina de Colón-Poeta Llorente era la principal de la casa, y conforme ésta discurría hacia la medianera perdía importancia en sus espacios. Posiblemente quedase el servicio en la dependencia que existía en los bajos de la casa 1, o bien en la planta baja de la Casa 2. El tabicado de la escalera en esta casa muestra cómo desde la planta baja de la Casa 2 solamente se podía subir a la primera planta del edificio hoy desaparecido que flanqueaba el este del patio. En el acceso al vestíbulo de la casa de los Bernal, en la planta primera, existe una recia puerta de madera, de aspecto tardo-gótico o renacentista, que se divide en dos hojas y muestra un despiece rómbico y triangular, alterno. Esta puerta seguramente está reutilizada y colocada en este punto. Se desconoce su eventual procedencia, que en todo caso parece vinculada al estadio constructivo de principios del siglo XX. Es muy probable que al arquitecto José Manuel Cortina esta puerta le hubiese agradado, si no fue colocada bajo sus indicaciones.

La distribución de la casa consiste en un salón en esquina –ubicación muy poco favorable para una distribución racional que acorte recorridos- y una serie de piezas que generan, en muchos casos, vistas en fila, tan propias de la arquitectura palaciega a la que posiblemente se pretende evocar. La posición del salón en la esquina de las calles Poeta Llorente y Colón puede obedecer a dos razones de peso: un mayor nivel de iluminación posible, al abrir huecos a dos orientaciones, así como al hecho de estar situada enfrente de la iglesia de San José y de la Santísima Trinidad. Para acceder a este salón desde el vestíbulo de la planta primera, se debió de construir la actual naya, cuyo revestimiento que imita un fingido de sillares lo emparenta con las obras que José María Bernal hizo en la fachada. Esta naya limita considerablemente la altura libre de la escalera, y genera una cabezada excesiva. El resto de las piezas sufre una gradación en su importancia conforme se alejan del salón y se acercan a la medianera, En las piezas de la Casa 1, los paramentos son blancos, los pavimentos y los plafones de los falsos techos se adscriben al siglo XX. Sin embargo, en las piezas de la Casa 2 se aprecian pinturas murales. Hay al menos dos capas superpuestas. La que se aprecia ahora, de menor calidad, muestra papel pintado o pinturas que imitan mármoles. Sin embargo, la capa inferior tiene tonos azulados, con galones y grecas, así como tonos almagras, de recuerdo pompeyano cuya datación corresponde con toda probabilidad al siglo XIX.

En la Casa 2, en la pieza más alejada del salón, persiste todavía pese al abandono y escaso interés de décadas, un criadero de gusanos de seda, pervivencia de gran valor patrimonial que nos recuerda la importancia que tuvo la industria de la seda en la Pobla de Vallbona. Este criadero conserva la estructura de madera y sus cañizos, en relativo buen estado de conservación, que aconseja una restauración y puesta en valor adecuadas.

Las obras proyectadas en la Fase III consisten en:

  • Restauración de la fachada recayente a la avenida Colón, con eliminación de elementos impropios, en la misma línea en al que se intervino la fachada recayente a la calle Poeta Llorente en la fase II.
  • Estudios estratigráficos del interior de la casa, en planta 1ª (muros y falsos techos).
  • Recuperación de la cerámica de los paramentos verticales interiores de la planta baja, con catalogación y tratamiento.
  • Picado parcial de los revestimientos murarios de planta baja (sin valor reseñable), notablemente donde se encuentran parches extemporáneos de mortero de cemento, o donde se encuentran en avanzado estado de deterioro.
  • Tratamiento de los muros de carga para su consolidación y prevención de humedades.
  • Rebajado del patio, incluyendo estudio arqueológico.
  • Desmontaje del volumen de la cocina y aseo de primera planta, con estudio y catalogación de los elementos de valor.
  • Estudio y refuerzo de la estructura de cubierta del cuerpo principal (zona vivienda). Recuperación de la cubierta de reja y reposición, con la inclusión de elementos contemporáneos ocultos para la consecución de objetivos fijados por la normativa actual en el acondicionamiento de espacios interiores, seguridad y durabilidad, imposibles de alcanzar con la configuración actual.
  • Reconstrucción de la cubierta de teja del volumen auxiliar de la avenida Colón, con recuperación de materiales cerámicos existentes y reutilización. El mal estado de conservación de la estructura de madera y su escaso valor no permiten su recuperación, por lo que se propone una sustitución con un tipo estructural acorde al edificio.

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